EL MEJOR SONIDO A TRAVÉS DE TU AUDÍFONO

Las personas con hipoacusia, aún usando audífonos, encuentran dificultad para escuchar voces y sonidos en lugares donde hay ruido ambiente o en salas con acústica de mala calidad (tiendas, supermercados, bancos, oficinas de correos, cines, teatros, salas de espera, de conferencias, etc).

Un sistema de lazo magnético o bucle magnético puede ayudar a superar estos problemas, dado que el portador de un audífono (en posición ‘T’) puede escuchar ya que la señal entra directamente en el audífono eliminando totalmente el ruido ambiente, reverberaciones, conversaciones cercanas, etc. Esta persona no necesita ningún receptor o cualquier otro equipo adicional, solo su audífono.

Introducción sobre lazos de inducción o bucles magnéticos

El lazo magnético consiste en un amplificador de audiofrecuencia conectado a una bobina en forma directa o mediante un transformador que actúa como adaptador de impedancias, ya que la bobina se elabora con muy pocas espiras alrededor del recinto, incluso puede ser una sola. Esta bobina se realiza mediante un cableado eléctrico, diseñado de forma particular para el área a cubrir y con el que se crea un campo magnético en frecuencia de audio en ese área de cobertura. Este campo debe cumplir con la norma internacional IEC 60118/4 para garantizar la calidad objetiva del sistema.

Las fuentes de audio y micrófonos de ese lugar se conectan al amplificador del bucle magnético, lo que permite inducir en la pequeña bobina del audífono y/o implante sin los problemas que produce la transmisión del sonido a través del aire, lo que garantiza la inteligibilidad de la voz y calidad del audio.

¿Qué es un bucle de inducción magnética o bucle magnético?

El bucle magnético (también llamado lazo de inducción) es un sistema que transforma señales audibles para convertirlas en un campo magnético y que puedan ser recogidas por audífonos estándar dotados de la posición “T”.

Los audífonos dotados de dicha opción disponen en su interior una bobina que hace la conversión en forma contraria, es decir, la señal magnética se transforma para que la persona pueda escucharla a través del propio audífono, con la particularidad que esta señal al estar en el interior de su oreja queda aislada de reverberaciones y ruido ambiente. De esta forma la persona recibe un sonido nítido, limpio con el volumen adecuado y totalmente comprensible. 

Ventajas de esta aplicación

Gracias al sistema de bucle magnético, el uso de audífonos en la posición “T” permite escuchar la megafonía de una estación de tren o de un aeropuerto, el sonido en un cine, la locución de un portero automático, etc.., directamente en el audífono libre de ruidos, interferencias y sin reverberaciones.

Información sobre normativa en el entorno de los bucles magnéticos

La norma internacional IEC 60118-4 regula y establece las especificaciones técnicas que deben de cumplir los sistemas de inducción magnética relativo a la intensidad de campo, la respuesta de frecuencia y otros parámetros.

Por esta razón los lugares adaptados estarán señalizados con el icono característico de color azul con el dibujo de una oreja y la letra “T”, que indica la zona para ajustar el audífono en la posición “T” y recibir la señal a través del sistema de lazo magnético.

En cuanto a la legislación pertinente, desde el año 2003 existe la Ley de Igualdad de Oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal que establece entre otras, el plazo de adopción de medidas de acción positiva orientadas a evitar dichas desventajas para que todo el mundo pueda participar activamente de la vida social, económica y cultural.

Donde se colocan los lazos magnéticos

Es su implantación en todos los espacios públicos, de forma obligatoria y también de manera solidaria con las personas que sufren carencias auditivas. Algunos ejemplos donde deberían de estar instalados el sistema de bucle magnético son:

• Atención al publico: en taquillas de cines, teatros, autobuses, trenes, aeropuertos. En todas las instituciones publicas como ayuntamientos, universidades, colegios, hospitales, centros de salud... En centros comerciales, tiendas, supermercados, etc.
• En transporte: En taxis, autobuses, aviones, trenes, en lugares de venta de billetes, en puntos de información, salas de espera.
• Lugares como ascensores, porteros automáticos, emisores de emergencia, acceso a garajes, zonas de paso, ferias, congresos, etc.

En definitiva en todos los lugares donde sea necesaria una comunicación inteligible y fluida con el/los interlocutor/es, es decir, en cualquier situación cotidiana que nos podamos encontrar.